¿Quienes marcan la
distancia?
En el intento fallido de crear la “Corporación
Quito Cultura" de carácter privado, muchas de las organizaciones sociales
y culturales no se adhirieron a este proyecto por dos motivos: Falta de
representación directa de las organizaciones de base y por las políticas
planteadas como el manejo económico y administrativo absoluto de la producción
cultural ; La representación se delegó en papeles a funcionarios de la Casa de la Cultura,
Banco Central, Gobierno de la Provincia, Consejo Nacional de Cultura etc.,
nombrados por el comité encargado de elaborar los estatutos legales para
conformar dicha corporación, que se planteo como un ente regulador y absoluto
de los temas culturales en la ciudad.
Contrario a las políticas de descentralización la corporación
concentraría recursos, definiría la producción y difusión artística[1]. Esto
refleja a las políticas culturales y otras que crecen a espaldas de proyectos
existentes, elaborados por los mismos actores culturales que pueden ser gestores,
artistas y la misma ciudadanía.
Este distanciamiento, acumulación y
apropiación sistemática de los bienes culturales
en y para la institución, es difundido y regulado por la misma, cargados de
significados e interpretaciones en función de sus proyectos políticos y
económicos; proyectos implementados, ajenos a la realidad cultural de las bases
sociales, que buscan afirmar y preservar sus diversas manifestaciones.
En los planes de desarrollo urbano de 1939-1940[2] ya
se observa la división planteada para la ciudad: ciudad jardín el norte y ciudad obrera el sur, siendo el norte el
que acoge la infraestructura educativa, política y cultural, construida a
partir de modelos europeos; mientras el sur fue concebido como un parque
industrial y un sector obrero[3]. Los
efectos sociales de dicha división, todavía son
evidentes en la actualidad, en el caso de la cultura por la
falta de infraestructura para tales fines y por su conceptualización como un espacio
elitista, símil de las diversas prácticas artísticas, concentradas y ligadas a
museos, galerías y teatros.
[2] Patricio
Melo, Teresa Vásquez, Galo Medina, Diagnostico
de prácticas y demandas culturales del distrito
zonal sur. DMQ, Dirección General de Educación y
Cultura. Unidad de Planificación
Estudios y Proyectos. Quito 1995.
[3] Patricio
Melo, Teresa Vásquez, Galo Medina, Diagnostico
de prácticas y demandas culturales del distrito
zonal sur. DMQ, Dirección General de Educación y
Cultura. Unidad de Planificación
Estudios y Proyectos. Quito 1995.